Discurso del presidente Guido Sandleris

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Jueves 14 de marzo de 2019. Durante la conferencia de prensa brindada el 14/03 destac� los avances en la implementaci�n del esquema monetario y la perspectiva del BCRA sobre la inflaci�n.

A continuaci�n, sus palabras:

Buenas tardes. Muchas gracias a todos por venir. Los he convocado para hablar sobre la inflaci�n y presentar algunas medidas adicionales que tomaremos en este sentido. Estas medidas nos permitir�n avanzar en resolver este problema que afecta a todos los argentinos.

Bajar la inflaci�n es la misi�n principal de este Banco Central. Hace un rato el INDEC dio a conocer el n�mero de inflaci�n de febrero. 3,8% mensual es una inflaci�n demasiado alta.

Este Banco Central se har� siempre responsable de lo que suceda con la inflaci�n. No oculta ni ocultar� el problema escud�ndose en estad�sticas de dudosa credibilidad. No utiliza ni utilizar� atajos insostenibles para bajar la inflaci�n.

Entendemos la frustraci�n que generan la inflaci�n de febrero. Sabemos c�mo afecta a la gente el aumento de precios, especialmente a los sectores m�s vulnerables.

El esquema monetario actual, reforzado por las medidas que anunciar� hoy, tiene como objetivo bajar la inflaci�n en forma permanente. Sin embargo, los procesos de desinflaci�n que son realmente construidos sobre bases s�lidas llevan tiempo y requieren consistencia y perseverancia.

Comenzamos este esquema monetario hace casi 6 meses, en el medio de una enorme volatilidad nominal. Recordemos que durante el 2018 el peso perdi� la mitad de su valor y la inflaci�n alcanz� un m�ximo mensual de 6,5% en septiembre.

El esquema nos permiti� dejar atr�s ese pico de inestabilidad. Tal como nos comprometimos, cumplimos la meta de base monetaria todos estos meses. Es m�s, la base monetaria al d�a de ayer fue 1,26 billones de pesos, levemente inferior a lo que era cuando iniciamos el nuevo esquema en octubre. Es decir, hay menos pesos sueltos y esto le quita combustible a la inflaci�n. Sin embargo, la inflaci�n sigue siendo elevada.

Esto no implica que el esquema no est� funcionando. El esquema funciona y la inflaci�n va a bajar este a�o. Sin embargo, los procesos de desinflaci�n no son lineales, especialmente cuando en el camino hay reacomodamiento de precios relativos y efectos rezagados de los shocks del a�o pasado. Esto explica buena parte de lo que sucedi� con los precios en estos primeros meses del a�o.

En febrero se destacan tres factores:

i. Un incremento de 4,2% en los precios regulados sin el cual la inflaci�n hubiera sido 2,9%

ii. Un aumento de alrededor de 10,3% promedio en el precio de la carne, que est� asociado a las caracter�sticas del ciclo ganadero luego de la sequ�a del a�o pasado

iii. El tercer factor es la recomposici�n de m�rgenes en algunos sectores. Un indicio de este fen�meno es la diferencia que hubo entre la inflaci�n mayorista (0,5%) y la inflaci�n n�cleo (3,2%) en enero. La recuperaci�n de estos m�rgenes, que se hab�an reducido durante la crisis que vivimos el a�o pasado, puede ser una se�al de la incipiente recuperaci�n de la actividad econ�mica.

M�s all� de estas explicaciones puntuales, el dato de inflaci�n de febrero muestra que queda mucho por hacer. Nuestro esquema ya cuenta con mecanismos autom�ticos de endurecimiento frente a sorpresas inflacionarias, pero el n�mero de febrero requiere acciones adicionales del Banco Central. Por eso voy a anunciar hoy medidas que refuerzan el actual esquema monetario.

D�jenme detenerme por un momento en c�mo funciona el esquema actual para hacer un punto un poco t�cnico pero que es importante. Nuestro esquema monetario reacciona autom�ticamente ante subas de la inflaci�n. En este esquema, la tasa de inter�s responde r�pidamente a los cambios en las condiciones del mercado monetario, como hemos visto en las �ltimas semanas. Entonces, si hay aumentos en la inflaci�n o en las expectativas de inflaci�n o una mayor percepci�n de riesgo, los agentes demandan una mayor tasa de inter�s para quedarse en pesos. Esto se ve reflejado r�pidamente en la tasa que surge de las licitaciones de LELIQ. La reacci�n r�pida de la tasa, que est� en el n�cleo de este esquema, ayuda a reducir la volatilidad cambiaria y a aumentar el sesgo contractivo frente a sorpresas inflacionarias.

El actual esquema, reforzado con las medidas que anunciar� hoy, llevar� a una disminuci�n de la inflaci�n durante este a�o. Este proceso se consolidar� en los pr�ximos a�os.

Entiendo que esta afirmaci�n genere cierto escepticismo ya que la inflaci�n es alta en Argentina desde hace tiempo. D�jenme retomar algunas ideas en este sentido que present� hace poco. La inflaci�n en Argentina fue superior a 20% anual en 12 de los �ltimos 20 a�os. Y en s�lo 17 de los �ltimos 75 a�os fue menor al 10%. Argentina tiene hoy la inflaci�n m�s alta de la regi�n, excluyendo a Venezuela, que atraviesa una crisis sin precedentes.

A�n cuando estos n�meros sean frustrantes, no deben desalentarnos. El resto de los pa�ses latinoamericanos, que hoy tienen baja inflaci�n, han atravesado per�odos prolongados de alta inflaci�n y lograron superarla. Tomemos los casos de Brasil, Chile, Colombia, M�xico, Per� y Uruguay. Para cada uno de ellos, ubiqu�monos en el momento en que lograron reducir la inflaci�n a menos de 10% en forma permanente. Estos pa�ses hab�an sufrido en promedio inflaciones de m�s de 20% en 14 de los 20 a�os previos.Lograron este cambio con pol�ticas macroecon�micas consistentes como las que estamos implementando en nuestro pa�s.

Quiero explicarles por qu� tambi�n en nuestro pa�s la inflaci�n va a bajar sobre bases sustentables. Por bases sustentables me refiero a una pol�tica monetaria estricta como la actual, apoyada en tres pilares: equilibrio fiscal, equilibrio externo, y precios relativos no distorsionados.

Vamos a bajar la inflaci�n sin atajos, sin acciones que rinden en el corto plazo pero que son insostenibles y da�inas en el mediano plazo. Un atajo usual ha sido bajar la inflaci�n congelando el tipo de cambio. No vamos a hacerlo porque ya sabemos el costo de los desequilibrios externos que esto genera.

Otro atajo usado en nuestro pa�s fue el de retrasar los precios de los bienes y servicios regulados, como los combustibles, la electricidad, el gas o el transporte. Abaratando artificialmente algunos precios se contiene la inflaci�n en el corto plazo. Pero mientras tanto, se alimenta un desequilibrio insostenible: se estimula un uso de estos bienes y servicios que no se condice con su verdadero costo para la sociedad, se desincentiva la inversi�n y cae la oferta y la calidad del servicio. No tengo que recordarles el costo fiscal insostenible de estas pol�ticas.

En el gobierno anterior se usaron las dos estrategias cortoplacistas a la vez, atraso cambiario y tarifario. Esta combinaci�n de pol�ticas contuvo transitoriamente a la inflaci�n en 25% en 2015, pero dej� activadas las bases de una aceleraci�n inflacionaria.

Una caracter�stica com�n de la mayor�a de los intentos de control de la inflaci�n en nuestro pa�s es que convivieron con d�ficits fiscales elevados. La existencia de d�ficit fiscal hizo que eventualmente se recurra al Banco Central para financiar el desequilibrio. La emisi�n monetaria consecuente genera, m�s temprano o m�s tarde, inflaci�n.

En los �ltimos tres a�os, hemos avanzado en la correcci�n de estos desequilibrios macroecon�micos.

En el aspecto fiscal, el d�ficit primario se redujo de cerca de 5% en 2015 a 2,4% del PIB en 2018. Y no habr� d�ficit primario en 2019.

El tipo de cambio real hoy se encuentra cerca de 60% por encima del nivel que ten�a antes de la salida del cepo. El d�ficit de cuenta corriente del cuarto trimestre de 2018 (desestacionalizado y anualizado) fue de 1,2% del PIB, 3,8 puntos m�s bajo que en 2017.

El atraso tarifario est� pr�cticamente corregido. Ya se ha hecho la mayor parte del esfuerzo que implica sincerar las tarifas.

L�gicamente, si atrasar el tipo de cambio y las tarifas tiene efectos de corto plazo en contener a la inflaci�n, sincerar estos precios genera alzas transitorias de la misma. Pero estas correcciones son necesarias para bajar la inflaci�n de forma permanente.

En lo monetario hemos puesto en marcha un esquema de estricto control de la cantidad de dinero, consistente con el contexto macroecon�mico descripto. En respuesta al n�mero de inflaci�n de febrero, el Comit� de Pol�tica Monetaria (COPOM) tom� hoy decisiones para reforzar a�n m�s este esquema:

1. Extender el objetivo de crecimiento cero de la base monetaria hasta fin de a�o.

2. Hacer permanente el sobrecumplimiento de la base monetaria alcanzado en febrero.

3. Eliminar el ajuste por estacionalidad previsto para junio.

4. Establecer que los l�mites de la zona de no intervenci�n cambiaria crecer�n a 1,75% mensual durante el segundo trimestre del a�o.

Con estas medidas la meta de base monetaria a fin de a�o pasa a ser 10% inferior a lo establecido originalmente.

Adicionalmente, y con el objetivo de fortalecer la institucionalidad de nuestra pol�tica monetaria, el Poder Ejecutivo enviar� al Congreso en las pr�ximas semanas un proyecto de reforma de la Carta Org�nica del Banco Central. Los principales cambios que este proyecto propone son:

1. Establecer que el objetivo prioritario del BCRA es la estabilidad de precios. A�n cuando ya hemos dejado en claro que bajar la inflaci�n es la prioridad para este Banco Central, es importante que este compromiso se vuelva el mandato ineludible de esta instituci�n.

2. Prohibir que el BCRA financie al Tesoro. Si bien esto ya est� ocurriendo actualmente, resulta importante institucionalmente que esta prohibici�n quede plasmada en una ley tan significativa como es la Carta Org�nica.

Estas medidas fortalecen nuestro esquema monetario y su institucionalidad. Estamos avanzando hacia una desinflaci�n sustentable.

Tengo muy claro que no hemos llegado hasta ac� de la forma planeada. El camino para bajar la inflaci�n en estos tres a�os fue m�s arduo de lo que imagin�bamos.

El esfuerzo que todos han realizado est� muy cerca de comenzar a rendir sus frutos. Es por ello que resulta clave mantener la disciplina monetaria. Los desequilibrios que han impedido bajar la inflaci�n de manera sostenida en el pasado est�n resueltos o pr�ximos a resolverse. Ya estamos implementando una pol�tica monetaria que va a bajar la inflaci�n. Ahora debemos ser perseverantes, sabiendo que los resultados no son inmediatos, pero sin dudas llegan. Lo demuestran los casos de pa�ses cercanos al nuestro que ya se han acostumbrado a vivir con inflaciones de un d�gito. S� que nosotros tambi�n podemos lograrlo.

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